En la República Dominicana, bajo una de las tiranías más abrumadoras que ha padecido la tierra americana, hubo artistas que optaron por seguir la corriente practicando un arte adscrito a la ideología oficial, mientras otros, los más comprometidos, se decantaron por ser consecuentes y servirse de la expresión simbólica para instilar su desasosiego y oposición. Una misión, debido a la situación política internacional, compartida entre europeos exiliados en Ciudad Trujillo y dominicanos en común.
De tal modo, estos cuatro ensayos se proponen analizar el nacimiento y evolución de un arte bajo intensa presión, las resultantes tendencias plásticas e ideológicas de esta fricción, más la extraña confluencia de artistas de diferentes latitudes que lo hicieron posible en influencia mutua y conspiración.